viernes

La raza de diamante

ya se acercan los últimos
niños, vestidos con el color
que el tiempo da a los ciruelos
cuando la noche se cierra
sobre los jardines y alguien
grita.
ya se bañan doloridos en el
pantano porque el río no lleva
más que escombros, porque
del agua podrida nacerán los
sapos de oro que anunciarán
lluvia, cosechas de nuevas
delicias, y luego orugas azules
que se desteñirán antes de ser
las mariposas prometidas.
ya se acercan con augurios
que dicen ver en la tierra,
en los ojos de las víctimas
designadas para el sacrificio.
el fuego comió sus párpados
para que entrara toda la luz
a mostrarles el camino a casa,
al punto en el que el círculo
vuelve sobre sí mismo como
una serpiente desmemoriada.
toda la destrucción se sucede
igual que una metralla de rosas
contra las manos abiertas, y
los pétalos apretados sobre
las heridas dan una sola gota
para el perfume que hará crecer
de nuevo los jardines de oro.
ya se quita los harapos el primer
niño de la raza de diamante
y muestra su piel cargada de
los despojos del dios guerrero,
reluciente de signos nuevos
para nombrar a las cosas que
no parecen las mismas después
del fin.

1 comentario:

Anónimo dijo...

tansformacion del color el palabras






bello
visible.