domingo

Los cientificos

Papá salgamos
que la noche es hermosa
y aun más lo es aquí.
Que la luna te aguarda,
la luna es de leche tibia
nosotros dos niños
y podremos dormir.

Descubriremos padre
el hermoso desorden estelar,
esa desfachatez que el hombre no ve
y son bichitos
de luz especial.

Padre el hombre no entiende,
ha cubierto mi luna y mi cielo
sus marquesinas y falsos fuegos.
Los satélites transmiten
televisión en una nube.

Qué ha sido de la noche.

Los hombres
felices aplauden
a sus pantallas calidas.
Viven dentro
destruyen fuera.

Vayamos a dormir

jueves

y

chorreaba

de la puerta

al entrar

una mancha

difusa

que imitaba

al tímido

pájaro

.

miércoles

sentada en su falda le dije

Yo soy aquella por la cual desembocan
en el Támesis los cuerpos inermes.
Soy esa por la cual se extasían los poetas,
aquella que no puede ser referida con palabras
y que se sienta en las rodillas de Rimbaud.
Me deslizo punzante, ¡oh, como un débil río del Somnos!
como el Leteo, haciendo que todos se olviden de lo demás.

Atravieso, profunda, las crines de los caballos sabinos
capaces de embelezarse por un cuerpo femenil.

He penetrado raudas fortalezas.
He perecido la ciudad dardania.
He matado a Weather.
He fumado, hirsuta, a los pies de la cama.


Y sin embargo, a lado de otras
valgo nada.

No envejezco. Mis tetas están firmes
hace cientos de años.

Una sola partícula de amor quizás
me mataría.

mart ezequ calabr

domingo

F

F., que caminaba como traída de la manos de un marionetista, iba por la calle enredada en sus ovillos; tiraba de una punta y se anudaba un pedacito del medio, tiraba de la otra y un nuevo nudo se hacía en algún costado. Todavía no entendía bien por qué las corbatas se anudaban tan cerca del cuello y no tenían esa gracia que los pañuelos desplegaban a la vista cuando un aire fuerte y tibio hacía su aparación en alguna vereda de alguna ciudad.

Había que pensar. Era una obligación que los archivos desordenados tengan un orden, que se ajusten a los tiempos del paso, que se entrevean ideas concisas. Que se desanuden las corbatas y se conviertan en pañuelos. ¿Había que? F. no elegía, no podía hacerlo. Directamente las cajas se abrían y un maremoto de palabras que no se sabía bien si provenían de un ahora o un después, se iban sacuediendo dentro del ovillo. Bailaban, se arrastraban, corrían. Encontraban en los ojos de F. la satisfacción de quien camina sin números ni direcciones.

De repente cielo. Nube. Cielo cubierto de nubes. Una gota, dos gotas, siete gotas. Un charquito en los pies y otro en las manos. Blancas. El cuerpo blanco. El cuerpo mojado. De repente un llamado. Una voz. Un encuentro. Un ovillo nuevo, entero, enterísimo. Un ovillo abierto, desenredado, estirándose. De repente un cuerpo, que se acerca. Con la mejilla mojada en la mejilla tibia. Con el pelo humedo en el pelo chorreando. Con un silencio en la garganta y un nudo también en la garganta. Alguien dice. Alguien pregunta. Alguien sonríe. F. calla. Y como llevaba por las manos de un marionetista, se une al paso lento del cuerpo que avanza.

Un ovillo, dos nudos, tres ideas. Quienientas preguntas y una sola respuesta. No.

miércoles

I

Nadie como el puede reconocer
las significaciones del gesto
en si mismas hermosas y, a la vez, deleznables.
Como un interprete de oscuras profecías
demuestra que la gloria no resguarda
la imagen de los hombres, tan indignos
del tiempo y la memoria.
Con un solo argumento, quizas intraducible,
enciende el comienzo y el fin con una lampara.
Luego, percibe su condena y afirma:
Para tener razon tienes la eternidad.


II

Indocil, como tanteando algun enigma,
dice breves palabras que en ciegas claridades
adensan su camino.
Y su inutil rumor que acentua la vida
se acomoda al silencio
(la unica apariencia verdadera).
No hay nadie para medir la tierra en su abandono.
Sin embargo, esa voz tan natural,
colmada de secretos,
cubre a otro ser que sueña, acaso.


III

Es la señal, aunque perdida,
de que un pajaro en el aire
sube, vacila, avanza.
Las existencias son pocas:
desaparecen en la curva del tiempo
o se transforman en locura.
Por eso, el siempre habla asi,
callando, a las estrellas.

martes

.






Escribir un cuento. Sentarte en el patio y escribir un cuento.

Es de noche, hay una luz tenue y una mujer. Una mujer que tiene los tobillos pequeños y está descalza. Una mujer que lee un libro, que lee un cuento. Un cuento que habla sobre otra mujer; languida y triste.

Una mujer, dos, tres.

Sentarte en el patio y escribir un cuento. Un cuerpo.






lunes

poema dosel





no pueden ser tan dulces tus aguas
que en ellas me hunda de lengua al cielo
y lo son
primer prisma
cárcel eterea
de tus besos

miércoles

poema de la remera



Mientras me besabas te volaste la cabeza
Salpicaste todo
Estoy llorando como un nene con la cola paspada.
Querías morir feliz, y fuiste un poco egoísta.
Pero el amor es algo de eso. Yo contento, en el fondo.

Se que estas feliz, y ese era mi plan.

Los policías no entienden mi sonrisa
You make smile
Here there blood

Tal vez les diga que yo te maté.

mart cal abre se

lunes

Dormir, las voces me cuentan secretos imprevistos










I

Mariscal del sueño.
Muérdeme los labios y comúlgame
con el tiempo resuelto de lo que viene
y aprende a quedarse.

II

Muéstrame tus ojos reina de la noche.
Sé hazaña de esta luna tuerta que me mira.
Sé araña, bicho de cabezas ciegas que me buscan.
Reina, coróname con tus fuegos de antaño
y libérame.

III
He rozado horas huecas.
Horas en las que un hombre, con la velocidad de un tren, me ha quitado la última respuesta.

domingo

embarazo

Dijo tener estrías en el alma.
No comprendí. Luego, solo después de una inmensa soledad,
la entendí.

Son marcas de cuando la piel se estira
y crece, y luego se contrae, disminuye.
Como en el posparto, como al adelgazar.

Ella me amó mucho,
desmesuradamente, precipitadamente.
Y la desencanté, la harté.
Y su amor se hizo chiquito como un potus enano.

Le quedaron estrías en el alma.
Y a mi la sensación de haberla desperdiciado.

mar ezeq calab

sábado

Arbol de fuego 1: CÓMO CONSTRUIR TU NAVE

No controles tu poder
ya no hay marcha atras
no hay quien te pueda vencer.
Y tu fuerza volvera
a renacer, luz de estrellas
para vos.

Todo tu poder
en sus manos.

Llevas en tu nave cosas que vienen de un tiempo
que esta por llegar
y zurcas el espacio
exterior.

Todo tu poder
en sus manos.

Sueña con el sueño
con el viaje de la noche de los tiempos
y la máquina de Dios.

lunario


Ni en jaulas ni en peceras ni en celdas enrejadas
no más aire ni líquido vital ni pavimento
dame lo que es la belleza
no un regalo más
ni una bailanta
con vino coca y fantasías
no un aplauso herido todo
de hipocresía
dame lo que es la belleza
ni el cielo como un cuadro tresdé
ni lo que muestro ni lo que se vé
no las sonrisas que siempre oculté
dame lo que es la belleza

las cuatro lunas
de las ningunas
melancolías
los cuatro soles
que me reflejan
del mediodía
los brazos
que crecen
de las piernas
saben más del aire
que en las jaulas vacías
anida
los dedos
de los ojos hundidos
en el vaso de lata
del llanto
saben más de alegría
los seres
que no encuentran salida
saben más de la...


dame lo que es la belleza

viernes

sin titulo II (copia)


ab oculos culexis

todo lo veías como un desafío, las olas turbelentas eran una pasarela perfecta para que camines erguida, con tu suavidad vuelas tus pies sobre la espuma, salpicada por los peces en el mar de los mares, el mar minado.
quisiera gritarte que no, que tengas cuidado, que es peligroso,
en la costa iluminada el yodo de los reflectores
se reflejan en sombra
nubes de mosquitos

todo lo veías
como un fracaso
y comenzabas a hundirte, y a sentir tu cuerpo
cada vez más pesado. De las aguas salgo otra vez
en esta nueva muerte
con tu cuerpo
cubierto de algas, pálida, del mar tempestuoso
otra vez lloré en la arena
recostado
esperando que suba la marea

si pudiera
como los mosquitos
descender a los infiernos
ni el Tracio Orfeo conmigo
se compararía.

lunes

alarmas . . .

antes que los pájaros olviden el canto de los grillos
y que la tierra sobre su eje dance
antes incluso del antes
mencionado anteriormente
te lo diré:

había marcas en mi piel
en la noche
y en la mañana
no había luna
el corazón
de la plantita de laurel
ya no latía más
sus vapores soporíferos
el sueño
tan alto
en el que dibujé
en tu rostro
tu nombre
con arena
se fué
y en el cielo
de la mañana
quedaron dibujados
los rostros mientras
alzaba mi frente
y veía
atónito
por la ventana
marchar los ejercitosss
de hombres enmascarados


una cara sonreía
la otra su llanto no cesaba

martes

sin titulo

nubes de plástico

entre las sombras de la luz
la luz de la sombra oscurece
porque luz y sombra es sombra

recostado
sobre el asfalto de una gran rambla
veo pasar sedientas
nubes de polietileno
nubes de plástico

el fuego dibujo los matices
contorneo las sombras
y la blanca luna lo oscureció

mañana cuando vuelvas
horas de lozános riós
desbarrancaran las barrancas
desgarrando las tierras
en deltas

¿y si el fuego apaga la sed?
¿y si la sonrisa enoja?

nubes de plástico en la mañana
chasquearan sus lenguas secas
de sed
viendo el delta
que nacerá cuando vuelvas

viernes

Los amigos y las casas

Vengo acá porque me reciben
porque me cantan
al oído
susurros halagos
de letras infierno,

aquí vengo porque me miran
porque me escuchan
las tildes gritadas
de oraciones insomnes.

Vengo
¿por qué acá me reciben?
¿por qué me cantan?
¿por què me miran?
¿por qué me escuchan?

¿por qué este silencio de noche
en el medio de la noche misma?
¿por qué esta pena casi de bandoneón,
casi de paraguas roto
de pantufla en verano
de bicicleta pinchada
abandonada?

Vengo acá
porque me reciben ojos tibios
de almendra tostada
porque me cantan un tango nuevo
jamás oído,

aquí vengo, compañeros
porque me miran
esta unión descaladabrada
esta sucesión no pensada
esta comunión comulgada
y porque me escuchan
este suspiro lejano
de voces apagadas
por la garganta mía.

sábado

tragedia

perdonáme
no me mates
por el mate
se que ibas vos en la ronda
pero no se que pasó
de repente
el verde cielo
con su espuma centenaria
me envolvió
y estuve solo
ya sin ronda
sin palabras
abstraido

luego alguién grito
¿lo estás haciendo hablar?-
-no me mates
por el mate que ahora tomo
y seguro
era para vos
es que a veces
cuando el agua
esta a punto
es tan dificil,
tan dificil pasarlo-

jueves

sweet sahumerio


Elijo un crayón y te dibujo la cara:

una montañita de pecas por allá

un ojo de perro azul por acá

y un silofón de papel de diario

tirado

en la alfombra de tierra ahogada.

miércoles

AMversos

asi en el decir
lo indecible

nombres de un solo verano

en el vano

revés de este boceto

escribo maniatado

¿luciérnagas chispean en los tarros

de orín de mis analisis?

en los vanos

apodos de los dedos de la mano

¿Los ángeles surrectos de la sífilis

el te compro te vendo de un gitano?

lo agarro
estrujo
estiro
y adelanto

que atado a mi

del otro
lado

un bicho bolita
con sus huellas

pronuncia mis hados

American Girl

Está sola
se acomoda la bombacha
roja y azul
y grande

ya casi sin elástico
en la cabeza
y los jeans con dos agujeros en las rodillas
inventados

suave madona de resaca
el viento es húmedo
en la casa
Hay una planta, dos almohadones
un teléfono móvil sonando desde la mañana

el sol brilla afuera a duras penas
las penas se quedan
bajo la nube que las tapa.

canción desesperada
olor a cigarrillos y a guitarra
la luna dibujada con crayón
y atrás, atrás el nylon de la cortina del baño

qué intimidad tan forzada
muñequita de anillos y pulseras dorados como
la piel del picaporte o
el candado de un diario de corazón

las barbies apiladas sin cabezas
tu billetera sin documentos
ni papeles ni monedas

pago de card
de los fathers, de las mothers
but if you cant sing a pretty song
without screamming
little, darling, swimming girl
stop it, push up

zás
la tapa de revista
el capuchón helado
la moneda de diez, todo apilado en la mesa

figuras
retazos de figuras
la foto en bolas
o semiembolas
el cigarro de mentiras
las tetas de mentira
el culo de mentira
el pelo de mentiritas
cerebro de cotillón
manos de azúcar impalpable
espíritu tan poco desolado
que va,

american girl
american dream
sweet dreams
sweet shit
good bye.

Embrión de mis lamentos


Llora, pequeño embrión de mis lamentos.
Llora como si al niño le quitarán su juguete de trapo
como si el aire te empujara el pecho hacia atrás
y te formara un agujerito por entre los pulmones.
Llora como si el dibujo de tiza, que amablemente has pintado
se borrara del techo en un caer las gotas del cielo
que de tan hinchadas de furia, rompen la membrana de tu humilde morada.

Llora, pequeño embrión de mis lamentos.
Llora como si al jóven le rompieran los dientes
en un vaivén de manos enloquecidas, rojas de sangre.
Llora como si el vestido de gala que te han regalado
se manchara de niebla antes de la primer noche de fiestas
que de tan eufóricas, te sacuden también el velo.

Llora, pequeño, embrión, niño, jóven anciano.
Que mis lamentos te alimenten
como el tiempo alimenta las injurias del odio
como el sueño alimenta los deseos del homos
como el canto, de las aves muertas
alimenta eterno, la silueta de las sombras.