martes

tra
quete aba
lapa jari ta

co nuná
fragan cialoca

Yenlas carava nasdí
áfanas queso liam
oshacer

toma bamostre
nesae lhorizonte.

sábado

HUME



El dolor nos abrió los ojos
y vimos (algunos)
la gran mentira.
El dolor jamás cesó
multiplicado mostró,
nos mostró
todas las mentiras
Hoy el dolor sigue
creciendo y cambiando.
Y yo juro
que ahora todo es mentira
ninguna cosa es
más cierta que otra.
Salvo el dolor.

martes

.
.
.
.
los sueños 
de chapa
y paloma
.
.
.
.
.
los dueños
de capa
y falopa
.
.
.
.
las nanas
.
.
.
.
.



Toda la poe
colapsa
en tu boca
         loca
  toca
besar
tus versos

.
.
.
.
.

La lata
de paté
ya fué.





domingo

Conventillos

Ciudad fuma y quiere morirse,
desde que Dios se subió a los andamios
de una obra en construcción
y se fue golpeando las puertas,
decepcionado de la miseria que Ciudad
dejaba caer sobre el mendigo
viejo, el de los zoquetes que se surcían
solos, hermano de Dios e hijo
de las primas feas de Ciudad, las Villas.

Ciudad manda a pintar grafittis
en las puertas de las catedrales
y grita que odia los monopolios
de la eternidad, que a ella nadie la deja.
Las Villas cantan casi tanto como lloran,
con niños prendidos de las tetas
flacas, con carros sombríos llevados por
los hijos menores del mendigo,
con las tibias prostitutas que son
hijas bastardas de Ciudad, semi-diosas
de la calle y la miseria sin amor.

Dios se viste de vieja y se pone
las mañanitas para salir con su chango
a juntar pobres, a juntar tristes,
y se los arranca de las manos a Ciudad,
que resiste pero luego se olvida
y corre a ajustar los focos en su cabello
lacio y rígido como los edificios.
Las Villas le gritan barbaridades
desde los andamios que Dios les presta
para los carnavales, y ella teme
que la dejen sola entre sus luces.

sábado

Manifiesto

Enjambre de jengibre

Era una mala palabra.

Empezó siendo

Brava, como la paja,

Brava.

Fue un dejarse de embromar

Pero un dejarse embrollar

Jadeantes, suspirantes,

Sin nada que perder

Pero sin nada que ganar,

Un tiro al aire.

Crear

Una tos para jarabe

Un calambre de mentiras

Pero al fin:

La poesía.

Somos

Los que no tenemos nada

Para darte,

Los que no queremos arte

Sino vida

Para vos, nomás.

Somos

Algunos revoltosos

Y los que se dejan revolcar

Los que tratan de gritar

Los que quieren vomitar

(Perdón: vomitarte)

Pero al fin buscamos ensamblar

En cada parte.

Somos

Los que movimos todo

Los que pelamos la carne

Los que dejamos que pase

Los que creamos el canje

De poema y choripán,

Los que te hacemos llorar

Y los que no.

El poema colgadito en la pared

O el poema debajo de la mesa

Enjambre

Milanesas

Miguitas esparcidas

Sangüche de elite

O zapatilla e gaucho

Costra, hambre,

Enjambre de jengibre

Carajo.